El viernes 14 de febrero al llegar a la oficina fuimos recibidos cada uno por una rosa amarilla y chocolates, un alegre detalle para iniciar el día de manera positiva.
¡También había un adorable arreglo para el día del amor y de la amistad en la cocina de donde podíamos tomar más chocolates!

En el esperado almuerzo, todos nos reunimos para comer una sabrosa paella. En el medio de la cocina, en una olla gigante, estaba el delicioso y vibrante plato español. Rodeamos la cazuela y, sin demora, nos servimos arroz con mariscos en nuestros platos.
